Historia de la Ciencia Marzo 2020

Nacimientos

Hace 200 años…
Alexandre Edmond Becquerel (24 de marzo de 1820 – 11 de mayo de 1891) – Físico francés. Fue alumno, asistente y sucesor de su padre en el Museo Nacional de Historia Natural. También fue nombrado profesor en el Instituto Agronómico de Versalles en 1849 y en 1853 recibió la cátedra de física en el Conservatorio de Artes y Oficios. A la edad de 19 años, experimentando en el laboratorio de su padre, Becquerel creó la primera célula fotovoltaica del mundo. En este experimento utilizó cloruro de plata o bromuro de plata para recubrir los electrodos de platino, una vez que se iluminaron los electrodos, se generaron voltaje y corriente. Debido a este trabajo, el efecto fotovoltaico también se le conoce como “efecto Becquerel”. Becquerel fue uno de los primeros experimentadores en la fotografía. En 1840, descubrió que los halogenuros de plata, nativamente insensibles a la luz roja y amarilla, se volvieron sensibles a esa parte del espectro en proporción a su exposición a la luz azul, violeta y ultravioleta, permitiendo que los daguerrotipos y otros materiales fotográficos se desarrollaran bañándose con fuertes luces rojas o amarillas en lugar de un tratamiento químico. Becquerel también prestó atención al estudio de la luz, investigando los efectos fotoquímicos y los caracteres espectroscópicos de la radiación solar y la luz de arco eléctrico, y los fenómenos de fosforescencia, particularmente como lo muestran los sulfuros y los compuestos de uranio. Fue en relación con estas últimas investigaciones que ideó su fosforoscopio, un aparato que permitió variar el intervalo entre la exposición a la fuente de luz y la observación de los efectos resultantes a voluntad y medir con precisión. Investigó las propiedades diamagnéticas y paramagnéticas de las sustancias y estuvo interesado en los fenómenos de descomposición electroquímica, acumulando muchas pruebas a favor de la ley de electrólisis de Faraday y proponiendo una declaración modificada de la misma que tenía por objeto cubrir ciertas excepciones aparentes. En 1853, Becquerel descubrió la emisión termiónica.



Hace 150 años…
Wilhelm Conrad Röntgen (27 de marzo de 1845 – 10 de febrero de 1923) – Físico alemán. Estudió en Holanda y Suiza. Estuadiaba ingeniería mecánica, pero en Zurich, le introdujo en la física Kundt y decidió hacer de la física su profesión. Se tituló en 1869 y trabajó como ayudante de Kundt. El gran momento de Röntgen fue en 1895, cuando era director del departamento de física en la Universidad de Wurzburg, en Baviera. Trabajaba con los rayos catódicosy repetía algunos de los experimentos de Lenard y Crookes. Se interesó particularmente por la flourescencia que estos rayos originaban en ciertos elementos químicos. A fin de observar esta débil flourescencia oscureció la habitación y encerró el tubo de rayos catódicos en un delgado cartón negro. El 5 de noviembre de 1895 puso el tubo de rayos catódicos encerrado, en actividad, y llamó su atención un rayo de luz que no provenía del tubo. Buscó con cuidado y notó que una hoja de papel recubierta de cianuro de platino, que estaba distancia del tubo, resplandecía. Era una de las sustancias flourescentes, pero resplandecía también cuando el tubo de rayos catódicos estaba encerrado en el cartón y, por lo tanto, no podía alcanzarlo la radiación. Apagó el tubo, la cubierta de papel se oscureció; lo encendió y mostró otra vez la flourescencia. Fue a otra habitación con la cubierta, cerró la puerta y la oscureció. El papel resplandecía cuando el tubo operaba. Le pareción a Röntgen que del tubo de rayos catódicos brotaba una especie de radiación muy penetrante, pero invisible. Haciendo experimentos llegó a la conclusión que la radiación podía atravesar capas de papel gruesas y aún metálicas. Como no tenía idea de la naturaleza de la radiación la llamó Rayos X, porque X es generalmente el signo que se emplea en matemáticas para lo desconocido, y aunque ahora se conoce la naturaleza de la radiación, el nombre todavía persiste. Durante algún tiempo hubo tendencia a llamarla radiación Röntgen, pero por la dificultad de pronunciarlo se quedo como Rayos X, cuya unidad de dosificación se conoce como roentgen. Durante siete semanas hizo experimentos sin cesar y finalmente el 28 de diciembre de 1895 presentó el primer escrito en el cual no solo anunciaba el descubrimiento, sino que informaba de las propiedades fundamentales de los Rayos X. Los rayos X resultaron ser ondas electromagnéticas parecidas a las de radio, las microondas, la luz visible y los rayos infrarrojos y ultravioleta, pero son más energéticos y su frecuencia es mucho más alta. Estos rayos ofrecían una nueva arma para diagosis médica, porque penetraban fácilmente los tejidos blandos del cuerpo, pero los huesos los pasaban con absorción considerable. Un rayo, al pasar por el tejido hacia la placa fotográfica, arrojaba una sombra blanca de huesos sobre el negro. Objetos metálicos resaltaban muy claramente. Aparte de sus aplicaciones claras, el descubrimiento de los rayos X, cubrió el mundo de los físicos, que se lanzaron a otros descubrimientos y derrocaron completamente los conceptos anticuados de la ciencia, tanto que el descubrimiento de los rayos X se considera muchas veces como el primer golpe de la segunda revolución científica. En cuestión de meses las investigaciones sobre los rayos X condujeron al descubrimiento de la radiactividad por Becquerel. La importancia del descubrimiento se reconoció inmediatamente y Röntgen no hizo ningún intento de patentar los rayos X o hacer alguna ganancia monetaria de su descubrimiento, que probó ser de una importancia inconmensurable para la ciencia, medicina e industria. Dentro de la termología (la parte de la física que estudia el calor), investigó la conductividad de los cristales y el calor específico de los gases. Tambien estudió la capilaridad de los fluidos y diversos fenómenos asociados con la electricidad, como los efectos magnéticos en los dieléctricos, la rotación del plano de polarización de la luz y la piezoelectricidad. En 1901, Röntgen recibió el primer Premio Nobel de Física, por el descubrimiento de los rayos X. En 1896 recibió la Medalla Rumford


Hace 100 años…
Nicolaas Bloemgergen (11 de marzo de 1920 – 5 de septiembre de 2017) – Físico estadounidense de origen holandés. Estudió en las Universidades de Utrecht, Harvard y Leiden. Fue profesor de física aplicada en la Universidad de Harvard desde 1951. En 1958 adquirió la nacionalidad estadounidense. Esta considerado como uno de los pioneros de la óptica no lineal, que estudia los fenómenos que resultan de la interacción de la materia sólida con la luz. Los átomos, formados con un núcleo con carga eléctrica positiva y una corteza de electrones negativos, forman pequeños dipolos eléctricos que interaccionan con las ondas electromagnéticas, como la luz, que les hace oscilar. Pero una carga eléctrica que oscila genera un campo electromagnético relacionado con la radiación que ha generado su aparición. La relación es lineal si la intensidad es baja, pero se vuelve no lineal cuando es alta. Estas intensidades altas exigen un láser, en cuyo prefeccionamiento intervino Bloemgergen, con el que se puede obtener un espectro del material objeto de estudio. También mejoró el máser, inventado por Townes, Basov y Projorov, y lo utilizó para obtener espectros de resonancia magnética nuclear (NMR), descubierta por Feliz Bloch. En 1981, Bloembergen recibió el Premio Nobel de Física por su contribución a la espectroscopia de láser, máser y electrones.


Hace 100 años…
Edward Donall Thomas (15 de marzo de 1920 – 20 de octubre de 2012) – Médico estadounidense. Estudió en las Universidades de Texas y Harvard, donde se doctoró en 1946. Trabajó en el Hospital Brigham de Boston, en las Universidades de Columbia y Washington y en el Centro Fred Hutchinson de Investigaciones del Cáncer en Seattle. Como hematólogo especialista en oncología, dedico gran parte de su vida a los transpantes de médula ósea, que se utilizan para corregir enfermedades como la leucemia, los excesos de radiación nuclear y algunos defectos inmunológicos de nacimiento. La técnica desarrollada por Thomas consistió en la extracción de médula ósea de un donante y su inyección intravenosa al paciente. Para que este proceso tenga éxito, es preciso realizarlo entre parientes muy próximos o reducir la capacidad del rechazo, que es doble: el paciente reacciona contra las células transplantadas, y éstas, que también poseen capacidad inmunitaria, rechazan a las células del paciente. Thomas descubrió que la capacidad del rechazo puede disminuirse mediante radiaciones o utilizando fármacos inmunodepresores, como el metotrexato. En 1990, recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina por sus descubrimientos sobre los transplantes de órganos y células, como método de tratamiento aplicable a los seres humanos. En 1990 recibió la Medalla Nacional de Ciencias


Muertes

Hace 350 años
Johann Rudolf Glauber (10 de marzo de 1604 – 16 de marzo de 1670) – Químico alemán. Glauber fue hijo de un barbero humilde y no tuvo educación y se hizo de profesión farmaceútico. Vivió y trabajó en diferentes ciudades de Europa como Viena, Salzburgo, Giessen, Basilea, París, Colonia y Amsterdam. En 1644 recibió el cargo de director de la botica real de Giessen. Glauber se concentró desde sus inicios en las sales ácidas y mejoró la elaboración y la concentración del ácido nítrico, y de la misma forma logró unas concentraciones más puras de ácido sulfúrico (óleum). En 1655, descubrió el sulfato sódico (conocido como Sal de Glauber). Realizó una receta para hacer el cloruro de sodio altamente refinado. Elaboró las recetas del azul ultramarino y del sulfito de sodio e hizo posible la deshidratación del sulfato de sodio. Logró el desarrollo de diferentes cloruros metálicos como el tricloruro de antimonio, tetracloruro de zinc, cloruro de    zinc y tricloruro de arsénico. Escribió más de 40 obras sobre la química y se le considera como el primer “químico industrial”.


Hace 50 años
Hans Fischer (27 de julio de 1881 – 31 de marzo de 1945) – Bioquímico alemán. Estudió en las Universidades de Lausanne, Marburgo (donde se doctoró en química) y Munich (donde se doctoró en medicina en 1908). Fue profesor en las de Inssbruck y Munich. Su campo principal de actividad fue la investigación de la estructura de los cromoprotéidos, formados por la unión de una proteína y una molécula no protéica (grupo prostético) que contiene un átomo metálico y da color al cromoprotéido. Estas sustancias suelen desempeñar en los seres vivos el papel de pigmentos y algunas y algunas son fundamentales para la vida. Entre los cromoprotéidos, los más importantes son las porfirinas, cuyo núcleo prostético es un derivado de la porfina, molécula formada por cuatro anillos pentagonales (derivados de pirrol), unidos por puentes metílicos. Dos de las porfirinas fueron estudiadas especialmente por Fischer: la hemoglobina, que da color rojo a la sangre de los vertebrados y transporta el oxígeno a las células, y la clorofila, que da color verde a las plantas y realiza la función clorofílica. El grupo prostético de la hemoglobina se llama hemo y fue sintetizado por Fischer, quien demostró que el grupo prostético de la clorofila esta estrechamente emparentado con el anterior. Fischer dedicó también su atención a los carotenoides, otro grupo importante de pigmentos cuya naturaleza es lipoide y no proteínica. En particular, estudio el caroteno, que da el color anaranjado a la zanahoria y es un precursor de la vitamina A. En 1930 recibió el Premio Nobel de Química por sus investigaciones sobre la estructura de la hemoglobina y la clorofila. También recibió la Medalla Davy de 1937 y la Medalla Liebig de 1929.


Hace 25 años
Georges Jean Franz Köhler (17 de abril de 1946 – 1º de marzo de 1995) – Biólogo alemán. Estudió filosofía y biología en la Universidad de Friburgo de Brisgovia. Se doctoró en el Instituto de Inmunología de Basilea. Inició sus trabajos en el Laboratorio de Biológía Molecular de Cambridge donde desarrolló la primera etapa de su carrera en el Laboratorio de Biología Molecular de la Universidad de Cambridge, centro que eligió para poder trabajar con Cesar Milstein sobre un tema que le interesaba: la variabilidad genética de los anticuerpos. Köhler ya había publicado algunos trabajos sobre la posibilidad de conseguir un antígeno híbrido, aunque aún quedaban muchos problemas por resolver. En 1976 comenzó a trabajar en el Instituto de Inmunología de Basilea, Suiza. Realizó investigaciones sobre los anticuerpos monoclonales, una tecnología que se venía utilizando desde 1979 para conseguir una producción a escala industrial de anticuerpos monoespecíficos frente a virus bacterianos. Junto con Cesar Milstein, consiguió desarrollar una nueva técnica que permitía la obtención de anticuerpos puros contra un determinado antígeno. En 1975, cuando era becario de postgrado, consiguó junto con Cesar Milstein la unión de in linfocito B con una célula cancerosa, para lo que utilizaron polietilenglicol comoagente de fusión. El resultado fue una célula nueva, un hibridoma capaz de ser cultivado in vitro y de producir cantidades ilimitadas de un anticuerpo monoclonal determinado. Una parte de sus investigaciones fue realizada en el Instituto Basel de Inmunología molecular del medical Research Council en la Universidad de Cambridge. En 1984 se convirtió en director del Instituo Max Planck de Inmunología. En 1984, recibió el Premio Nobel de Medicina y Fisiología por sus trabajos sobre el sistema inmunitario y en la producción de anticuerpos monoclonales. Con este premio, Köhler se convirtió, a sus 38 años, en el segundo científico más joven que conseguía el Nobel.


Hace 25 años
William Alfred Fowler (9 de agosto de 1911 – 14 de marzo de 1995) – Astrofísico estadounidense. Físico estadounidense. Estudió en la Universidad del Estado de Ohio y en el Instituto de Tecnología de California, donde fue profesor desde 1936. Sus investigaciones se centraron en las reacciones nucleares que se producen en las estrellas y en el origen de los elementos químicos. En un artículo publicado en 1957 y firmado por Margaret Burbidge, Geoffrey Burbidge, William Fowler y Fred Hoyle, presentó su teoría sobre las reacciones que tienen lugar en el núcleo de las estrellas de la secuencia principal, de las que también tienen lugar en nuestro Sol. Este artículo se conoce entre los astrofísicos como BBFH, por las iniciales de sus autores. Se dice que las estrellas se encuentran en la secuencia principal mientras obtienen su energía de la fusión del hidrógeno, lo que ocurre durante la mayor parte de su existencia activa. La fusión se lleva a cobo siguiendo el ciclo de carbono, descubierto por Hans Bethe y analizado con gran detalle por Fowler y sus colaboradores. Pero las estrellas de la secuencia principal solo fusionan el hidrógeno para formar helio. Para llegar a la síntesis de los elementos más pesados es preciso saber qué ocurre en las últimas fases de la vidad de una estrella: las gigantes rojas, que generan nuevos elementos a partir de helio hasta llegar al hierro; y en las explosiones de supernovas, donde se producen todos los demás elementos que existen en la naturaleza, siguiendo reacciones propuestas por Fowler, en colaboración con Fred Hoyle. Analizó los núcleos de las radiogalaxias y los cúasares, a cuyo descubrimiento se adelantó con su hipótesis de las estrellas supermasivas, cuya masa sería cientos de millones de veces que la del Sol. Tambien utilizó sus datos sobre el origen de los elementos químicos para estimar la duración de la Vía Láctea, que calculó en unos 20,000 millones de años, aunque hoy en día se considera algo menor. En 1983 recibió el Premio Nobel de Física.

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