Nacimientos
Hace 275
años…
Johan
Gottlieb Gahn (19 de agosto de 1745 – 8 de diciembre de 1818) – Químico
sueco. Gahn nació en una
ciudad minera y empezó su vida de minero, por lo que se le hizo fácil
introducirse en la ciencia de la minerología. Fue alumno de Bergman y avanzó
mucho en el uso del soplete, instrumento de gran aplicación analítica
introducido por Cronstedt y fue Gahn quien enseñó a Berzelius las técnicas del
mismo. El gran avance que Gahn dio a la minerología lo demuestra el hecho de
que un mineral de aluminato de zinc se conoce como gahnita, aunque su logro más
importante la constituye el haber aislado el manganeso metálico en 1774. Se le
ha adjudicado el título de descubridor de este metal, a pesar de que su amigo
Scheele hizo bastante del trabajo preliminar para aislarlo. En colaboración con
Scheele, Gahn descubrió en 1770 que el fósforo era uno de los componentes
principales de los huesos. Gahn tuvo una conexión con la historia americana,
pues durante la guerra revolucionaria hubo necesidad de cobre en la nueva
nación para forrar los barcos y fue una de sus compañías mineras la que se
encargó de abastecer de cobre a los Estados Unidos.
Hace 275
años…
Johann
Hieronymus Schroter (30 de agosto de 1745 – 29 de agosto de 1816) – Astrónomo
alemán. Schroter estudió leyes en la
Universidad de Gottingen de 1762 a 1767. En 1779 adquirió un telescopio
refractor para observar el Sol, la Luna y Venus. El descubrimiento de Urano de
parte de Herschel en 1781 le inspiró para realizar astronomía profesional.
Rápidamente ganó renombre por sus observaciones reportadas en publicaciones.
Compraba telescopios más caros una vez que iba ganando dinero con sus
publicaciones. Con el último que tuvo realizó observaciones sistemáticas de
Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Se hizo famoso haciendo grandes dibujos de las
características de Marte, estaba convencido de que lo que veía eran formaciones
de nubes, y lo que realmente veía eran formaciones geográficas. En 1791,
publicó un importante estudio de la topografía de la Luna titulado “Selenotopographische Fragmente zur ganauern
Kenntniss der Mondflache”. En 1793 fue el primero en notificar las
anomalías en las fases de Venus, ahora llamado “Efecto Schroter”, donde la fase
aparece más cóncava que lo que predice la geometría. Sus dibujos de Marte
fueron redescubiertos hasta 1873 y fueron publicados en 1881. El Cráter lunar,
el Crater de Marte y el Valle de Schroter en la Luna fueron nombrados en su
honor.
Hace 225
años…
Heinrich
Rose (6 de agosto de 1795 – 27 de enero de 1864) – Químico
alemán. Fue hermano del mineralogista Gustav
Rose e hijo de Valentin Rose. Estudió farmacia y fue alumno de Jons
Berzelius. Poco después fue profesor de
química en 1822. En 1832 fue nombrado miembro de la Academia Prusiana de las
Ciencias y desde 1835 fue profesor de química en la Universidad de Berlín. En
1846 redescubrió el elemento químico niobio, al demostrar de manera concluyente
que era diferente del tantalio. Esto confirmó que Cahrles Hatchett había
descubierto el niobio, en 1801, en el mineral columbita. Hatchett había llamado
“columbio” al nuevo elemento, por el mineral en el que están incluidos el
niobio y el tantalio. En 1950 la IUPAC asignó finalmente el nombre de niobio en
honor de Niobe, la hija de Tántalo en la mitología griega. En 1845, Rose
publicó el descubrimiento de un nuevo elemento, que llamó pelopio, que creyó
haber encontrado en el mineral tantalita. Después de investigaciones se
identificó que el pelopio era una mezcla de tántalo y de niobio.
Hace 200 años…
John
Tyndall (2 de agosto de 1820 – 4 de diciembre de 1893) – Físico irlandés. Estudió
química en la Universidad de Marburgo en Alemania. Fue profesor de filosofía
natural en el Real Instituto de Londres en 1854 y durante una década fue colega
de Faraday, a quien admiraba profundamente, y a que le sucedió en su puesto a
la muerte de este último. El trabajo más importante de Tyndall estuvo
relacionado en la forma en que los gases conducen el calor, pero se le conoce
más por el análisis de cómo se comporta un rayo de luz que pasa a través de una
solución. Si el rayo de luz atraviesa agua pura o una solución del tipo de
sustancia que Graham llamó cristaloide, la luz no tenía interferencias. Su paso
por el agua o solución examinando desde el borde no podía verse. Pero si el
rayo de luz pasaba a través de una solución de un coloide, las partículas de
éste eran lo bastante grandes para dispersarlo. Alguna luz rebotaba sobre las
partículas en todas direcciones y si se contemplaba desde el borde se hacía de
pronto visible. La investigación de Tyndall sobre el fenómeno en 1869 le
condujo al renombrado “efecto Tyndall”. Una generación posterior Zsigmondy
crearía el ultramicroscopio basándose en él. Raylegh pudo demostrar que la luz
se dispersaba inversamente proporcional a la cuarta potencia de la longitud de onda.
En otras palabras, un rayo de luz violeta, con la mitad de longitud de onda que
un rayo de luz roja, se dispersaría a 24, o sea, 16 veces la
cantidad con que lo haría la luz roja. Tyndall pudo utilizar este fenómeno para
explicar el color azul del cielo. La luz del Sol se dispersa por las partículas
de polvo, de tamaño coloidal, presentes siempre en la atmósfera. Es esta
dispersión la que hace que en la sombra se tenga sufiente luz para leer, porque
en un mundo como la Luna, que carece de atmósfera, las sombras son negras
totalmente. Las ondas de luz al final azul del espectro, son las que más se
dispersan, y el cielo de día es azul por esta luz dispersada. Cuando la luz del
Sol para a través de una atmósfera más espesa, como cuando es la puesta del Sol,
sobre todo cuando en el aire hay mucho polvo, las longitudes de onda más largas
se dispersan en cantidad y dan al cielo un tono verdoso. El Sol, que entonces
se ve solamente por la luz no dispersada del final rojo del espectro se vuelve
anaranjado o rojo. Tyndall pudo también demostrar que algo del polvo
atmosférico portaba microorganismos, como que explicaba por qué en los caldos
de cultivo se criaban estas formas de vida. Fue esto lo que despistó a tantos
biólogos, por tanto tiempo, para aceptar la generación espontanea. Pasteur
impediría la infección del caldo no haciendo nada más que mantener el polvo
alejado de él. Tyndall fue más famoso es su época por popularizar la ciencia,
que como científico. Fue el primero en presentar, para distracción popular, la
teoría del calor como vibración molecular, según un nuevo descubrimiento de
Maxwell. Todo esto lo publico en su libro: “El calor como una forma de
movimiento”, publicado en 1863 y del cual se hicieron varias ediciones.
También popularizó la ley de Helmholtz referente a la conservación de la
energía. Ganó la Royal Medal de 1853 y la Medalla Rumford de 1864.
Hace 200
años…
Henry
Edward Schunck (16 de agosto de 1820 – 13 de enero de 1903) – Químico
ingles. Estudió
química en la Universidad de Manchester donde William Henry fue su profesor.
Viajó a Alemania donde continuo sus estudios con Heinrich Rose que había
descubierto el nobio. Ambos analizaron minerales y otras sustancias inorgánicas
y estudiaron la química del titanio, fósforo, arsénico, antimonio, azufre,
selenio y telurio. Despues de estudiar en Berlín, recibió su doctorado bajo la
tutela de Justus Liebig en la Universidad de Giessen. Sus estudios
universitarios con Liebig incluyeron la investigación de las propiedades de los
colorantes de las plantas de aloe. Publicó muchos artículos sobre productos
naturales principalmente tintes vegetales. Investigó sobre las materias
colorantes estudiando la Rubia tintorum en 1846. Analizó la alizarina
varias veces, la cual se extraía de la rubia y también sus derivados metálicos.
Por la oxidación de la alizarina con ácido nítrico diluido obtuvo lo que llamó
ácido alizárico y que Charles Gerhardt lo nombró ácido ftálico. Schunck también
investigó la formación del azul índigo partiendo de la Isatis tinctoria.
Investigó la clorofila, señalando el cambio de color verde brillante a verde
amarillento y analizó varios productos de descomposición de la clorofila,
comparó sus propiedades con la de la hemoglobina en los compuestos de la sangre
y encontró que los dos eran simirales. De esto, concluyó que la clorofila y la
hemoglobina estaban estrechamente relacionadas con los compuestos químicos.
Esto dio lugar a importantes descubrimientos sobre la estructura de la
clororfila. Schunck no es bien recordado, a pesar de descubrir numerosos e
importantes compuestos orgánicos y descubrir mucho sobre la naturaleza de
materias colorantes y de plantas. Su obra, sin embargo, acortó el camino para
los caminos que trabajaron en sustancias similares que provenían de fuentes
sintéticas. Muchos de los colorantes
investigados por Schunck todavía están en uso hoy en día. Por ejemplo, als
antraquinonas son importantes compuestos de fijación y tintes. En 1899 ganó la
Medalla Davy.
Hace 175 años…
Jonas
Ferdinand Gabriel Lippmann (16 de agosto de 1845 – 13 de julio de 1921) – Físico
luxemburgués.
Estudió en la Escuela Normal de Páris, así como en Heildelberg y Berlín. Fue
profesor en la Soborna y director del Laboratorio de Investigaciones Físicas de
esa Universidad en 1886. Lippmann investigó en diversos campos de la física.
Inventó el electrómetro capilar, un instrumento para medir la carga eléctrica,
basado en su estudio de los efectos de la electricidad sobre los tubos
capilares. Se anticipó a Pierre Curie, prediciendo la existencia de la
piezoelectricidad, y a Heike Kamerlingh-Onnes con la superconductividad.
Inventó el celostato, un dispositivo que permite mantener fija una cámara para
obtener fotografías astronómicas de larga exposición, compensando el movimiento
de la Tierra. Pero su logro principal fue el prime sistema de fotografía en
color, que hizo público en 1891, basado en la interferencia de la luz incidente
desde el objeto a fotografiar y la reflejada por un espejo de mercurio. Dicha
interferencia se produce a distinta profundidad en la emulsión fotográfica,
dependiendo de la longitud de onda de la luz, lo que permite distinguir los
colores entre sí. El procedimiento no fue práctico, pues precisaba largas
exposiciones y no permitía obtener copias, pero abrió el camino hacía otros
métodos. En 1908, Lippmann recibió el Premio Nobel de Física por su
procedimiento para la fotografía a color.
Hace 75
años…
Douglas
Dean Osheroff (1º de agosto de 1945) – Físico estadounidense. Estudió en el Instituto de
Tecnología de California donde fue estudiante de Richard Feynman. Ha sido
profesor en la Universidad de Stanford. Fue seleccionado para trabajar en la
comisión que investigó el accidente del transbordador espacial Columbia,
parecido al papel que tuvo Feynman con el Challenger. Su investigación esta
enfocada a los fenómenos que ocurren a temperaturas extremadamente bajas. Junto
con los físicos David Lee y Robert Richardson logró en 1972 enfriar helio-3
hasta una temperatura de pocas milésimas de grado por encima del cero absoluto,
descubriendo, para una temperatura inferior a los 2.7 miliKelvin, el estado
superfluido del helio-3. Este resultado, precedido por el descubrimiento de la
superfluidez del helio-4 en 1938, y coherente con la teoría de la superfluidez
como apareamiento de electrones. Por este trabajo ganó el Premio Nobel de
Física en 1996.
Muertes
Hace 250
años
Guillaume
Francois Rouelle (15 de septiembre de 1703 – 13 de agosto de 1770) – Químico
francés. Fue uno de los
fundadores de la química en Francia y fue profesor de Lavoisier. Estudió en la
Universidad de Caen, donde dedicó sus estudios en la botánica y medicina, lo
cual lo familizarizó con la química y en 1725 se tituló como farmaceútico. En
1738 empezó a dar cursos de química en lecciones que se dividían en capítulos
destinados a cubrir los reinos animal, vegetal y mineral, por los cuales fue
ganando prestigio. Trabajó en muchas ocasiones con su hermano Hilaire Rouelle
donde Guillaume resumió sus trabajos en las Tablas de Análisis Químicos en
1774. Rouelle definió a la química sobre la base de la teoría del flogisto,
apoyándose en los cuatro elementos de la antigüedad, es decir, la tierra, aire,
agua y fuego. El flogisto, o principio inflamable, era una sustancia misteriosa
que formaba parte de los cuerpos combustibles. Cuanto más flogisto tuviese un
cuerpo, mejor combustible era. Los procesos de combustión suponían la pérdida
del mismo en el aire. Lo que quedaba atrás de la combustión no contenía
flogisto y, por lo tanto, no podía seguir ardiendo. El aire era indispensable
para la combustión, pero con carácter de mero auxiliar mecánico. Rouelle afirmó
que la conservación de la materia y que los elementos eran inmutables. Explicó
las propiedades del aire, de los efectos que tenía sobre las sustancias, como
afectaba en algunas reacciones diciendo que era necesario para que algo
ardiera, aunque nunca explicó como sucedia esto. Sostuvo que el agua era el
ingrediente presente en muchas sustancias. Dentro de sus trabajos cientíificos
mejoró algunos aparatos en el estudio de la química. En 1744 publicó su obra: “Sur les sales neutres”, la cual
establece que las sales son el resultado de la acción de un ácido sobre un
álcali y las diferenció en sales neutras, ácidas y básicas. Fue el primer
científico en dar la noción de una base como concepto en química en 1754. En
1745 describió las variadas formas de cristalización de la sal y examinó la
cantidad de sal contenida en los vegetales. En 1754 dio el punto de saturación
de una sal definiendo una sal neutra como la unión de un ácido con cualquier
sustancia que sirve como base. En 1747 describió la inflamación de la
trementina y de otros aceites esenciales con el ácido nítrico. Desarrolló algunas ideas iniciales sobre la
ley que gobierna las afinidades químicas. Determinó las densidades de los
ácidos minerales, planteó una teoría para la destilación, estudió los
componentes químicos de las plantas y analizó aguas minerales. Estableció que
los egipcios usaron carbonato de sodio, ácido succiínico y carbón para sus
técnicas de momificación.
Hace 125
años
Ernst
Felix Immanuel Hoppe-Seyler (26 de diciembre de 1825 – 10 de agosto de 1895) – Químico
y fisiólogo alemán.
Su Estudió en la Universidad de Leipzig. Trabajó en el laboratorio de química
patológica y pronto ganó fama dentro del mundo de la química fisiológica, aquí
tuvo como alumnos a Wilhelm Kuhne, Alexander Schomidt y Friedrich Daniel von Recklinghausen.
En 1861 se le ofreció la cátedra de química aplicada en la Universidad de
Tubinga. En 1862 obtuvo el espectro de absorción del pigmento de la sangre y en
1863 sugirió por primera vez la circulación enterohepática y drescubrió la
existencia de trazas de indicano, que es un precursor del colorante indigo, en
la orina humana. En 1864 acuñó el nombre de hemoglobina y también bautizó a la
forma oxigenada como oxihemoglobina. En 1872 combinó las dos ciencias, la
química y la fisiología y le nombraron profesor de química fisiológica en la
Universida de Estrasburgo. En 1871 descubrió la invertasa, enzima que
catalizaba la conversión del azúcar (sacarosa) en dos partes más simples, la
glucosa y la fructosa. También descubrió la lecitina, una sustancia con aspecto
de grasa que contiene nitrógeno y fósforo. Lo más importante fue que su alumno
Miescher descubrió los ácidos nucleicos y él empezó a hacer investigaciones con
ellos. Hacia 1879 obtuvo un producto de la descomposición de la clorofila al
que denominó clorofilano, para obtener más tarde lo que llamaría filoporfirina.
Hace 100
años
Joseph
Norman Lockyer (17 de mayo de 1836 – 16 de agosto de 1920) – Astrónomo
inglés. Lockyer empezó su vida profesional como
oficinista en el Ministerio de Guerra, sin embargo, la astronomía era su
entretenimiento. Se interesó particularmente por el Sol; en los años de 1860
abrió un camino, independientemente de Huggins en el estudio del espectro
solar. Se interesó también por las prominencias, gases ardiendo que lanzan las
últimas capas del Sol, a la que Lockyer llamó cromosfera. Gneralmente, sólo
eran visibles durante un eclipse, cuando la luz resplandeciente del disco solar
se oscurecía y las prominencias ardían con una llama roja, sobrepasando los
bordes oscuros de la Luna. En 1868, Lockyer demostró que se podían observar y
estudiar el espectro de las prominencias aún sin eclipse, si se dirigía la luz
del borde del Sol a través de un prisma. Este descubrimiento lo anunció el
mismo día el astrónomo francés Janssen, que estaba en la India obsernando un
eclipse. Por este hecho, el gobierno francés, unos diez años después, acuñó la
medalla con la cabeza de los dos científicos. En esa época hicieron una
cooperación en un descubrimiento aun más espectacular. Janssen, al estudiar el
espectro solar durante un eclipse notó una línea que no reconoció. Le mandó el
informe de esto a Lockyer, que era un reconocido experto en espectros solares.
Lockyer comparó la posición de la línea con la de los elementos conocidos y
sacó en conclusión que debía pertenecer a un elemento desconocido, posiblemente
no existente en la Tierra. Le dio el nombre de helio, de la palabra griega sol.
Frankland estuvo de acuerdo con él en este punto. Esa conclusión la pasaron por
alto otros químicos, no sin cierta razón; la espectroscopia era cosa nueva y
parecía arriesgado colocar un elemento nuevo en el cielo, solamente con la
base, tan poco sólida, como una línea de color. Y desde el informe de Lockyer
habían aparecido muchas líneas extrañas en la luz de lso cuerpos celestes. A
algunas se le atribuyeron elementos nuevos como el coronio, geocoronio,
nebulium, etc., que resultaron ser elementos conocidos, en condiciones
insólitas. Todos menos uno, y esa excepción fue el helio. Casi cuarenta años
después de anunciar Lockyer el helio en el Sol, Ramsay lo descubrió en la
Tierra. Lockyer vivió lo suficiente para ver restablecido su prestigio. Al
estudiar los espectros, anunció en 1881 que ciertas líneas producidas en el
laboratorio se hacían más claras cuando se calentaba fuertemente el elemento.
Creyó que a altas temperaturas los átomos se escindían en sustancias todavía
más simples y que a eso precisamente se debía el cambio de las líneas del
espectroscopio. Fue el primero, después de Prout, que se aventuró a negar el
concepto, tan antiguo como Demócrito, de la indivisibilidad de los átomos. Su
teoría era demasiado simple, pero en los veinte años que siguieron se demostró
que los átomos tenían una estructura interna y que podían ganar carga eléctrica
y elevarse su temperatura al romperse los electrones. Eran estos átomos
mutilados (y no nuevos átomos) los que hicieron creer en el coronio y otros
falsos elementos. Lockyer no sólo fue el instrumento para hallar un nuevo
elemento químico en el cielo, sino que contribuyó a desenmarcarar los falsos.
Ganó la Medalla Rumford de 1874 y la Medalla Janssen de 1889.
Hace 50
años
Otto
Heinrich Warburg (8 de octubre de 1883 – 1º de agosto de 1970) – Fisiólogo
alemán. Estudió medicina en la Universidad de Berlín.
Estudió química y tuvo como maestro a Emil Fischer, pionero en trabajos sobre
las enzimas y polipéptidos y fue él quien le enseñó a investigar con
rigurosidad científica y en planificar cuidadosamente sus experimentos. En 1912
postuló la existencia de una enzima respiratoria que activa al oxígeno y
demostró la importancia del hierro en la respiración. Cuando empezó la Primera
Guerra Mundial, sirvió como oficial de caballería en la tropa de éñite del
ejército alemán. Años más tarde, reconoció que esta experiencia le dio una
visión mas dura de la vida real fuera de los laboratorios de investigación.
donde se doctoró en 1890. Hacia el final de la guerra, Albert Einstein, que era
amigo de su padre, le escribió pidiéndole que, para beneficio de la humanidad y
de la ciencia, dejara el ejército y volviera a los laboratorios. Asi, al
terminar la guerra regresó a la investigación en Berlín. Posteriormente él
desarrolló una buena amistad con Einstein. De regreso en Berlín, Warburg creó
para sus investigaciones algunas técnicas de laboratorio muy sofisticadas, en
especial para medir la velocidad de consumo de oxígeno por los tejidos. Posteriormente, publicó importantes estudios
sobre el metabolismo de los tumores, sobre la fermentación y sobre el
desarrollo de células tumorales, entre muchos otros trabajos científicos. Sus
estudios lo llevaron a definir aspectos importantes de la oxidación y reducción
de la materia viva. Fue en 1930 cuando pudo identificar la enzima citocromo C
oxidasa, que es responsable de la canalización de las reacciones de oxidación
celular. Desde 1931, fue Director del Instituto de Fisiología Celular Kaiser
Wilhelm, creado con donaciones de la Fundación Rockefeller. Hizo muchos experimentos
relacionados con las proteínas, con la energía, con el ATP, con la hemoglobina
y con la oxigenación. Sus investigaciones sobre el cáncer no siempre fueron muy
fructíferas. En algún momento lanzó la hipótesis de que la falta de oxígeno era
la causa de la enfermedad, considerando también que las células del cuerpo que
no utilizan oxígeno, como los glóbulos rojos, la córnea, el cristalino y parte
de la retina, no tienen mitocondrias y no sufren de cáncer. Sin embargo, estas
teorías hoy solo tienen interés histórico. Su hipótesis sobre el cáncer se
podría interpretar como una disfunción mitocondrial relacionada con la
generación de energía. Hoy en día se sabe que mutaciones en oncogenes y en
genes supresores de tumores suelen ser los responsables de las transformaciones
malignas; más bien, los cambios sugeridos por Warburg quizás podrían resultar
de esas mutaciones. El prestigio de Warburg lo protegió del antisemitismo en la
década de 1930; se cuenta inclusive que el mismo Hitler se encargó de que
continuara con sus investigaciones. Durante la Segunda Guerra Mundial, Warburg
siguió muy concentrado en sus experimentos y movilizó su laboratorio fuera de
Berlín para evitar los ataques a la ciudad; inclusive rechazó una invitación de
la Fundación Rockefeller para continuar sus trabajos en los Estados Unidos. Se
dice que en 1944 fue nominado para un segundo Premio Nobel y que por presiones
políticas no fue considerado. Sin embargo, la Fundación Nobel negó este rumor.
Unos años después de terminada la guerra, en 1950 se trasladó a un nuevo
instituto, el actual Instituto Max Plank de Fisiología Celular. La Universidad
de Bayreuth estableció la Fundación Otto Warburg para promover la
investigación. El correo alemán emitió en 1983 una estampilla especial para
conmemorar los 100 años de su nacimiento. Warburg nunca dio clases y prefirió
concentrarse en la investigación científica. Inclusive, años después, cuando le
daban premios o reconocimientos, pedía amablemente que se los enviaran al
instituto, ya que en el fondo no quería perder tiempo alejándose de lo que más
le gustaba. Warburg tenía una personalidad difícil y algo excéntrica. Tuvo
detractores tanto debido a su trabajo científico como a su carácter y
personalidad. Incluso Hans Krebs le reprochó que creaba “polémicas fantasmas o
falsas” contra sus colegas. En sus últimos años de vida, Warburg estaba
convencido de que la enfermedad y el cáncer eran el resultado de la
contaminación y la polución y que esto podía producir una disfunción
mitocodrial. Así se fue acercando a la causa primaria de algunas enfermedades o
formas de cáncer y se volvió un promotor y defensor de la vida saludable. A
partir de entonces, solo comía alimentos sanos o naturales que él mismo pudiera
controlar, como por ejemplo pan orgánico de trigo de su propia tierra.
Inclusive en los restaurantes pedía solo agua hirviendo y él llevaba su bolsa
de té natural; también solía caminar grandes distancias para conseguir
mantequilla o alimentos orgánicos. Warburg no se casó ni tuvo hijos. Tenía,
además de la investigación, pasión por la equitación. Residía en el Kaiser
Wilhelm Institute con su fiel ayudante, Jacob Heiss, un amigo personal,
secretario y administrador del instituto. Warburg continuó sus investigaciones
hasta sus 86 años. Un día de 1968, mientras cabalgaba, sufrió una caída y se
fracturó el fémur, lo que se complicó con una trombosis venosa profunda. Ya no
se recuperó. Murió casi 2 años después, en 1970, como consecuencia de esta
lesión, por una embolia pulmonar. En 1931, ganó el Premio Nobel de Fisiología y
Medicina por su descubrimiento de la naturaleza y modo de acción de la enzima
respiratoria. En su discurso hizo un reconocimiento al sueco Berzelius, uno de
los fundadores de la química moderna, lo que le ganó el aplauso de los
presentes.
Hace 25
años
Subrahmanyan
Chandrasekhar (19 de octubre de 1910 – 21 de agosto de 1995) – Físico
y astrofísico indio. Físico y astrofísico indio. Estudió en las Universidades de Madrás y
Cambridge, trabajndo en esta última hasta 1937. Año en que se trasladó a la
Universidad de Chicago, nacionalizándose en los Estados Unidos en 1953. Su
principal tema de investigación fue la evolución de las estrellas. Durante la
mayor parte de su existencia (la secuencia principal) la estrella se mantiene
en equilibrio entre la gravedad, que tiende a comprimirla, y la energía
generada por la fusión nuclear del hidrógeno, que la calienta y tiende a
expandirla. Cuando se agota el hidrógeno, la gravedad domina de nuevo y la
estrella vuelve a comprimirse, hasta que su núcleo alcanza la temperatura
suficiente para que se produzca la fusión del helio. Las capas exteriores se
expanden y la estrella se transforma en gigante roja. Algunos millones de años
más tarde, cuando se agota el helio, se producen aceleradamente otras
reacciones nucleares que terminan en la generación de hierro. Entonces la
estrella ya no puede generar más energía nuclear y su destino, como demostró
Chandrasekhar, dependerá de su masa. Si la masa es suficientemente pequeña, por
ejemplo, del tamaño del Sol, la estrella se contrae hasta que la repulsión
electrostática de los electrones, o la presión mecanico-cuántica detiene el colapso
gravitatorio. Entonces se forma una enana blanca estable, que se va enfriando
poco a poco hasta convertirse en una enana negra. Pero si la masa rebasa cierto
valor, llamado “límite de Chandrasekhar”, que es igual a 1.44 veces la masa del
Sol, la repulsión no podrá contrarrestar el colapso, que continuará hasta que
lo detenga la fuerza nuclear fuerte, con lo que se forma una estrella de
neutrones o definitivamente, lo que daría lugar a un agujero negro.
Chandrasekhar, cuya tesis doctoral de 1933 contenía ya lo fundamental de su
teoría, tuvo que luchar en un principio con la oposición de los astrónomos, es
especial del tema de los agujeros negros, por lo que Arthur Eddington le
humilló públicamente en un congreso de la Unión Mundial de Astrofísicos, pero
sus ideas no tardaron en ser aceptadas. En 1967 se descubrió el primer púlsar,
que es un tipo de objeto celeste que gira sobre sí mismo a grandísimas
velocidades, que se han identificado con las estrellas de neutrones. Los
agujeros negros han sido más difíciles de localizar. En 1952, Chandrasekhar
tomó a su cargo la revista Astrophysical Journal, convirtiéndola en una de las
más prestigiosas de su especialidad. En 1983 recibió el Premio Nobel de Física
por su estudio teórico de la evolución de las estrellas. Ganó la Royal Medal de
1962, la Medalla Copley de 1984, la Gold Medal de 1953 y la Medalla Bruce de
1952.
Efemérides
de la Ciencia y el Espacio
Hace 50
años
El
17 de agosto de 1970 fue lanzada la sonda soviética Venera 7. Tenía una masa de
1,180 kgs. Fue lanzada para estudiar la atmósfera de Venus. El Venera 7 entró a
la atmósfera de Venus el 15 de diciembre de 1970 y realizó el primer aterrizaje
controlado en la superficie del planeta Venus. Despues de 35 minutos de su
aterrizaje, envió a la Tierra señales de radio por 23 minutos. La capsula fue el
primer objeto hecho por el hombre en retornar datos después del aterrizaje en
otro planeta.
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